Me gusta la fotografía, siempre me ha gustado. Pero, al igual que me sucede con las palabras, creo que proviene de un deseo de capturar la esencia de las cosas. Captar toda una experiencia con tan solo una imagen. Poner en palabras toda una sensación. 

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Claro que también fotografío los lugares bonitos, las cosas típicas... Pero mi ojo es como el de un detective, en busca de su pista clave. De un detalle, de algo especial. Cuando surge, me hace sentir conectada de nuevo con lo que tengo delante. Con mi realidad más cercana. Con mi presente. 

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Porque cuando todo cambia, cuando algo sucede, ¿qué es lo que más echas de menos? Ese café con tu amiga, ese sol de invierno calentando tus mejillas, el aroma a eucalipto cuando llegas al norte, el sabor de una chelita en la playa, un beso en la frente, una mariposa que se cruza en tu camino...

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Y tú, ¿ves el mundo girando alrededor?